Los senderos que en un principio fueron un trillo de animales o un senda de vaqueanos pueden convertirse en hermosos caminos con un inmenso valor para el derrarrollo de un atractivo turístico.
Esa tranformación deben hacerse, en muchos casos, muy sutilmente para que no se contamine el recurso. Decimos que se contamina cuando pierde o se tranforma el paisaje con elementos que no le son naturales. La intervención debe de ser apropiada, la que aporta elementos de seguridad y servicio, sin quitarle los atributos naturales del sendero.
DEBEMOS CREAR INTERVENCIONES QUE SUMEN Y NO RESTEN
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